Entre todos los coches modificados que pasaron por las páginas de la revista Tuning Car, pocos dejaron una huella tan intensa como este Volkswagen Golf tuning que adornó la portada de la edición 196 y que fue fotografiado hace muchos años en el siempre bello Pueblo Mágico de Valladolid, en Yucatán.
Por aquel entonces, este auto modificado era propiedad de Bernardo Lázaro Cohetero quien nos comentó que su proyecto no fue nada sencillo, sobre todo al momento de elegir la plataforma en la que efectuaría la transformación, hasta que un buen día se decidió por el Golf, uno de los autos más queridos por los tuners.
El nuevo concepto del Volkswagen Golf tuning
Las ideas estaban claras, así como las medidas de trabajo que tomaría, lo único que hacía falta era ponerlas en marcha y comenzar con lo que sería un largo y laborioso proceso.
Así pues, lo primero que hizo Bernardo fue adaptar un kit aerodinámico que cumpliera con las exigencias de su proyecto, así que echó mano de uno elaborado de manera artesanal e integrado por fascia con parrilla cromada, malla de aluminio roja y faros de penetración, estribos; faldón con espacios laterales para dar salida a las puntas de escape cromadas, y dos alerones.
A continuación, se instalaron unos rines cromados de 20”, montados sobre llantas Nankang de 225/30 ZR20; cabe destacar que, para poder realizar dicha modificación, se tuvieron que ensanchar las salpicaduras mediante la fibra de vidrio. Pero eso no fue suficiente, ya que además mandó cromar los frenos de disco de la parte delantera.
La carrocería se mejoró con la aplicación de la pintura rojo candy y negro con grafismos personalizados, así como con la instalación de calaveras tipo Lexus, los espejos cromados con luz direccional, el quemacocos eléctrico de posiciones, los limpiaparabrisas pintados al tono del auto, y la toma de aire del cofre, el cual abre de forma tipo suicida.
Las reformas continuaron en el frente, donde la parrilla se pintó al color de la carrocería, y en las puertas, las cuales ahora son tipo “Lambo”
Motor con estética y habitáculo personalizado
Bajo el cofre se encuentra el motor 1600 cc de agencia, el cual se mejoró estéticamente hablando con la instalación de un filtro de aire de alto flujo, mangueras de hilo de acero tramado; tapa de punterías, y cubiertas de las bases superiores de los amortiguadores cromadas. Y para terminar con este apartado, Bernardo decidió que la tapa del radiador se pintara al tono del auto.
En el habitáculo lo que vemos son varias modificaciones, las cuales fueron logradas mediante la fibra de vidrio, como, por ejemplo, las tapas de las puertas, el tablero con bases para el tacómetro y el kit de medidores, y un cajón que se encuentra en el área de la cajuela, donde descansan dos de las tres pantallas que conforman el sistema de entretenimiento, el capacitor de 2.0 faradios, los woofers de 12”, el par de amplificadores y el set de medios Audiopipe. Finalmente, el sistema de audio lo completa el estéreo Pioneer de pantalla.
Continuando con el habitáculo tenemos que el volante de fábrica se cambió por uno de la firma DiForza, mientras que los pedales y el pomo de la palanca de velocidades con funda roja hicieron lo propio por piezas de la marca Evo Formance. Los asientos se tapizaron con tela en tono rojo y vivos negros.
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Fotogalería:
Amante del buen café y de las playas del Caribe Mexicano. Creador y Director Editorial de las revistas Vochomania, Tuning Car, Curvas, Mundo Volkswagen y muchas más. Editor en Autoproyecto. CEO de MB Digital Entertainment. #DogLover #AdoptaNoCompres