La Ardilla, vocho 69 con nivel de tuning extremo

“Este vocho 69 lo tengo desde hace 10 años, era de un compadre y lo tenía en completo abandono, lo tenía de gallinero. Era para el “fierro viejo”, a pesar de su pésimo estado, me gustó mucho por su año/modelo, hablamos de un 1969. Platicamos sobre el “auto” y después de rogarle para que me lo vendiera, él accedió. Fueron 10 mil pesos lo que pagué por él.

“Ya en mis manos, inicié con su restauración, fue total, e invertí medio año para dejarlo clásico y así lo traje por un par de años. Después, me convencí y convencí a mi familia para modificar este vocho 1969 a un estilo custom, ellos aceptaron, hice los cambios necesarios y así lo tuve un par de años.

“Pasa el tiempo, y empezamos a convivir con varios clubes y asistimos a los eventos de competencia, donde nadie nos hacía caso. Fueron varias las concentraciones donde fuimos ignorados, lo mismo ocurría con los clubes. Situación que en nada agradó a mi familia, en especial a mi esposa, así que nos propusimos tener uno de los mejores vochos tuning del medio y pusimos manos a la obra.

Vocho 69, un magnífico trabajo exterior

“Metimos el vocho 69 al taller comandado por Benjamín y un servidor, y durante los primeros meses no descansamos hasta dejarlo completamente transformado. Pero me di cuenta que quería más y más modificaciones y decidimos irnos paso a paso, son tres los años que llevamos invertidos en este proyecto.

“Lo primero que hicimos, fue fusionar la carrocería en una sola pieza y después las cuatro salpicaderas y los estribos se ensancharon 15 centímetros. Los resultados de esta labor dieron frutos, en los eventos empezábamos a robar miradas.

“En nuestra mente ya teníamos la idea de la siguiente modificación, la instalación de unas puertas tipo Lambo, pero ojo, diferentes a las que todos los demás traen en sus autos tuning. Una vez que analizamos todas las posibilidades, el resultado fue un sistema de puertas tipo lambo pero invertido, labor que nos costó un poco de trabajo y tiempo, pero valió la pena ya que es uno de los detalles que más admiran en este proyecto.

“Cierto día, mi esposa y un servidor analizamos y platicamos largo y tendido sobre si era necesario hacerle más modificaciones a este vocho 69, o bien, dejarlo así, y por fin pintarlo. Después de analizar varios proyectos y de ver lo hecho en el ambiente, optamos por rasurar todo su exterior, incluidas piezas como el cofre y las puertas, labor que nos ocupó varias noches y fines de semana.

“Una vez que el vocho 69, salió del taller sentíamos que estaba listo, empezamos con el proceso de pintado pero nos volvimos a quedar con las ganas, ya que le hicimos más cambios.

Motor y suspensión

“Sentimos que el exterior estaba listo, así que tocó el turno de hacer las modificaciones necesarias en el interior. Nuestra idea era incluir varios detalles en fibra de vidrio, así que platicamos con mi buen amigo Edgar Zaragoza, un especialista en trabajar este material y llegamos a la conclusión de fabricar todo su interior en fibra de vidrio.

“Después de muchas horas invertidas, así como de irritación en ojos, nariz, garganta y piel, terminamos el interior en fibra de vidrio de mi vocho. Regresamos el vocho al taller comandado por “El Benja”, “El Ardilla” y “El Beto”, y decidimos bajar toda la suspensión, el motor y algunas piezas más, para darles un tratamiento en cromo.

“Con el motor abajo, empezamos a desarmarlo para mandar muchas de sus piezas a cromar y aprovechamos para ajustarlo y mejorar un poco su potencia. Lo siguiente en este proyecto, fue la instalación de sus “zapatitos”. Los elegidos fueron unos rines cromados de 18 pulgadas son Pinnacle, los cuales cambié por unos progresivos tipo BBS 17”.

“Mi esposa, mi hija y un servidor estábamos desesperados por pintarlo, esto hizo que la elección del color (rojo Candy con morado) y de la aerografía (tema de Hot Wheels) no fuera la mejor selección. Así que un año después, se cambió la aerografía, para ello de nuevo metimos mi vocho 1969 al taller.

“Para ello, acudimos con mi amigo Mack, quien se encargaría del trabajo de aerografía. Platicamos con él y al final se decidió plasmar a los tres personajes de la caricatura Alvin y las ardillas, ya que a mí me conocen como “El Ardilla”. Pero antes, se retocó el color rojo candy y morado, y se le añadió una “lluvia de estrellas” y un terminado “espejo”. A grandes rasgos, estos son los cambios que le hemos hecho a mi vocho 69.

“Lo más reciente que le he hecho, es la instalación de una suspensión de aire y que el cofre se abriera sólo con apretar un botón. A grandes rasgos, estos son los cambios que le hemos hecho a mi vocho 69”, nos dice su dueño “El Ardilla”.

Checa el video oficial de este vocho tuning:

Fotogalería de este vocho 69: